domingo, 20 de octubre de 2019

Una mente


Más que nunca, después de la sentencia del Tribunal Supremo de España en el juicio contra la mayoría de los miembros del gobierno de Cataluña -por haber cumplido el mandato por el cual fueron elegidos- y los líderes de las organizaciones sociales Omnium y ANC, el pueblo catalán se ha congregado en números enormes para expresar su rechazo de esta sentencia. La fuerza de todas esas personas que se juntaron en una mente el viernes 18 de octubre de 2019, el día de la huelga general, ha sido mayor que nunca. Las calles estaban atiborradas de gente, en algunos lugares tanto que apenas era posible moverse. Pero aun así, nos sonreíamos los unos a los otros y todo el mundo estuvo feliz de que éramos tantos. La sensación era la de ser un cuerpo, una mente, de verdad. No pude participar en los 100 km de la Marcha por la Libertad que en los días anteriores se dirigía a Barcelona desde cinco lugares distintos de Cataluña, pero las imágenes son impresionantes.
¿Quién tiene interés en que estas imágenes y la fuerza que transmiten pasen inadvertidas tras el espectáculo de barricadas en llamas? El Ministro del Interior español habla del movimiento independentista violento. Es como decir que el negro es una tonalidad de blanco más oscura. Algunos dicen que son jóvenes catalanes enfadados que construyen barricadas y queman contenedores de basura y otros materiales combustibles que encuentran por la calle, para dar salida a su frustración por la infructuosidad de los múltiples intentos de llegar a una negociación política con el Estado español y por las perspectivas de un futuro poco esperanzador en vistas del cambio climático, el deterioro ecológico y las condiciones laborales abusivos y pagas irrisorias, si es que logran encontrar trabajo.
Pero pocos de estos jóvenes tapan sus caras. Muchos de ellos siguen las consignas de la protesta no-violenta, haciendo lo que pueden para aislar individuos violentos. Por ejemplo, el jueves, 17 de octubre 2019 en Tarragona, Laura Solé y sus amigos siguieron a unos jóvenes encapuchados con la cara cubierta. Cuando estos se dieron cuenta de que les estaban siguiendo entraron en una portería e hicieron una llamada. Laura y sus amigos se quedaron delante en un intento de impedirles causar altercados. Al cabo de poco tiempo apareció un grupo de policías nacionales con sus armaduras y cascos y los atacaron con sus porras para dispersarlos. Mientras, los encapuchados salieron de la portería y detuvieron a Laura con un despliegue de mucha violencia. Ahora está en la cárcel, lo cual no es un procedimiento normal, ni siquiera en casos de los cargos de los que se la acusa injustamente.
El jueves, 15 de octubre de 2019, la primera noche de contenedores en llamas, a pocos metros detrás de la valla que mantenía los manifestantes a una manzana de distancia de la delegación del gobierno español en Barcelona:


Igual que yo, miles de personas estábamos sentados pacíficamente en el suelo con nuestras velas, escuchando las cartas de los presos políticos que habían sido sentenciados el día anterior. Cantamos e invocamos ¡Libertad! para ellos.
No había nadie que tenía la cara tapada o se movía como la gente que un poco más tarde empezaron a quemar contenedores un par de calles más allá. Por la forma de sus cuerpos y sus movimientos, a esta practicante de reconocimiento de patrones somáticos le parece que esa gente tiene el aspecto de policías o personal paramilitar. Desafortunadamente, algunos de los jóvenes enfadados debían de haber seguido su ejemplo.
La noche pasada, el sábado 19 de octubre de 2019, caminé por el Paseo Lluís Companys durante otra protesta más delante del Palacio de Justicia de Cataluña. Había sobre todo jóvenes, sentados en el suelo o de pie, cantando, hablando tranquilamente, invocando ¡Libertad! y otras consignas. No hubo ningún indicio de violencia. Más tarde esa noche, se fueron a otra plaza cercana. Tanto allí como en la calle delante de la comisaría de la policía nacional, grandes grupos de jóvenes manifestantes mantuvieron a gente violenta encapuchada con caras tapadas alejada de la policía. En dos lugares los encapuchados lograron amontonar y quemar un par de barricadas más. Lanzaron botellas, piedras y latas llenas contra los policías sobre las cabezas de los jóvenes manifestantes. Estos los pararon una y otra vez. Al final los encapuchados se fueron y los jóvenes celebraron una victoria. Algunos incluso se quedaron para barrer la calle. Es así como nuestros jóvenes se enfrentan a la violencia.

¡Por favor, apoyadlos en todas las maneras que podáis!
 

en inglés aquí


(c) Brigitte Hansmann
Reconocimiento de Patrones Somáticos
Análisis de Patrones Arquetípicos

2 comentarios:

  1. Només mostren la minoritària infiltrada/manipulada cara violenta.
    Per tot arreu, tots aquests dies, hi ha hagut infinitat de magnífiques accions multitudinàries i absolutament pacífiques.
    Gràcies, Brigitte, per donar testimoniatge de la realitat que estem vivint!

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  2. La traducción de un artículo muy bueno sobre los jóvenes: https://bernatdeltell.cat/los-jovenes-del-1-de-octubre/

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