Apoyo y libertad de movimiento
7, 8 y 9 de noviembre de 2014
en Cadiz
¿Te
imaginas cómo sería tu vida, si pudieras contar con el apoyo del mundo
entero para hacer lo que te gusta hacer e ir a donde quieres ir?¿Qué
harías? ¿Dónde irías?
Este
apoyo está a tu alcance. El campo gravitatorio de la Tierra nutre tu
cuerpo con una energía que te confiere una sensación de elevación y
facilidad en el movimiento, una sensación de vivir y moverte al unísono
con una fuerza mayor. No hace falta más que descubrir cómo ocupas el
espacio con tu cuerpo y en qué relación te mantienes con las coordenadas
del campo de fuerza mayor de la Tierra. Puedes aprender a sentirlo y
orientarte para encontrar, momento a momento, la relación que mejor te
sirve para lo que quieras hacer e ir a donde quieras ir.
Cuando
el apoyo de la
gravedad falta, debido a un mal alineamiento, los tejidos que componen
el cuerpo quedan embebidos de contenidos emocionales irresueltos del
pasado que permanecen guardados justo por debajo del umbral de la
conciencia desde donde informan la visión de uno mismo, de la vida y
del mundo. El flujo de sensaciones queda atrapado en patrones repetitivos sin poder percibir con claredad lo que está pasando de verdad. Entonces, a menudo, la vida parece como si tuviéramos que llevar al mundo a cuestas o como si fuera una lucha constante contra oponente invencibles.
Cuando
los patrones tienen su origen en experiencias traumáticas, a menudo
trastornan los modos saludables de funcionar, llevan a conductas
maladaptadas y estallidos desproporcionados de emoción.
La
energía emocional acumulada desde hace muchos años, tal vez incluso
desde los mismísimos inicios de la vida, refleja las condiciones
iniciales de su origen en las sensaciones fluctuantes del cuerpo.
Mientras las proyectamos sobre el entorno y las personas a nuestro
alrededor permanecemos víctimas de las circunstancias. "Soy así"
decimos. "El mundo es de esta manera." "Así es la vida y no hay nada que
se pueda hacer."
Si
reconocemos el flujo de las sensaciones en el propio cuerpo sin
juzgarlas, rechazarlas ni codiciarlas, entrenamos el aspecto receptivo
de nuestra psique, que tiene la capacidad de traducir en imágenes toda
información sensorial. Al mismo tiempo disciplinamos la parte primitiva
del aspecto incisivo de nuestra psique que rechaza lo que no nos gusta,
persigue con avidez lo que nos gusta e ignora lo que no nos interesa.
Con el tiempo la capacidad incisiva se desarrolla para comprender en su contexto la
información que la parte receptiva le presenta en forma de imágenes, ritmos, sabores,
olores, sensaciones, independientemente de si nos parece agradable o
no.
El
alineamiento con la fuerza mayor del campo gravitatorio de la Tierra
nos ofrece un contraste que permite tomar conciencia de los patrones de
tensión y las creencias que mantienen fijadas para poder re-examinarlas y
descubrir en qué medida siguen válidas en la vida presente.
A
través de la respiración y la conciencia del cuerpo en los movimiento
cotidianos, caminar, estar de pie, sentados, tumbados, etc., exploramos
la relación del cuerpo con el campo gravitatorio de la Tierra para
encontrar una relación con el máximo de apoyo y el mínimo esfuerzo que
permite calmar las aguas agitadas por la emoción e hincharlas con la energía
de la Tierra. De este modo será posible soltar la energía de las
improntas inconscientes de experiencias pasadas e integrar el
conocimientos que nos ofrecen.
Una vez integrada en la experiencia consciente, en vez de arrastrarnos hacia abajo, hasta la carga pesada de un pasado traumático nos ayuda a avanzar en la vida.
Junto con muchos otros seres vivos, los
árboles generan una atmósfera apta para la vida. A través de la respiración exploramos cómo nos relacionamos con esa atmósfera, los seres que la generan y la Tierra que la sostiene. Con la experiencia de apoyo en el mundo material nos sentimos parte de él y ganamos acceso al núcleo del ser vivo que somos cada uno. Desde allí también nosotros podemos participar en la generación de una atmósfera apta para la vida.
Taller residencial en plena naturaleza. Al concluir el taller tendremos la oportunidad de plantar árboles frutales.
Imparte: Brigitte Hansmann
7 de noviembre de 19 h a 21 h
8 de noviembre de 10 h a 18 h, con descansos
9 de noviembre de 10 h a 14 h
Más información próximamente